miércoles, 11 de junio de 2014

Festival de Cine Alemán - Presentación - Crítica: Exit Marrakech


Ha vuelto uno de los festivales de cine en Madrid más interesantes y que personalmente me traen mejores recuerdos. En ya su decimosexta edición es una oportunidad de ver el nuevo cine que se hace en Europa y que no siempre llega a las salas de cine abarrotadas de películas que vienen de Estados Unidos. El cine comercial americano no sólo no nos deja apreciar nuestro cine sino tampoco el de nuestros vecinos que o bien no consiguen distribuidora o sólo se exhibe en pequeño circuitos. Es por lo que es importante la existencia de este tipo de festivales porque nos da la oportunidad de ver películas que difícilmente tendremos ocasión de ver. Además de una selección de 10 películas del mejor cine actual, han incluido el Ciclo Arthaus que con títulos como Tiempo de Caníbales, El extraño gatito, Entre amigos o Love Steaks nos presenta el cine más independiente. También una importancia a los cortometrajes como la mejor forma que tienen los jóvenes directores de mostrar su talento sin olvidarse del cine documental y el cine infantil. Si el año pasado fue Las hermanas vampiresas, este año se trata de Los hermanos negros. La película con la que se inaugura este año es Exit Marrakech de Caroline Link con una amplia filmografía entre la que destacan películas como la del 2001, En un lugar de África.
  


Exit Marrakech cuenta la historia de Ben, un joven de 16 años, que decide pasar un verano de vacaciones con un padre que ha estado siempre ausente. La excusa del viaje a Marruecos es que el progenitor está trabajando allí  en un montaje teatral. Ben es un joven que tiene muchas cualidades, sabe escribir y contar todo lo que le ocurre a él y lo que le rodea pero ha perdido el interés por las cosas y el viaje a una cultura tan diferente puede ser un revulsivo para que haya cambios en su vida. La historia tiene dos ejes muy claros, por un lado el choque cultural que para un occidental puede vivir en un país islámico y por otro lado el conflicto de un padre y un hijo que no han vivido juntos y que tienen muchas cosas que solucionar. Para un niño resulta difícil crecer sin una figura paterna y es importante conocer nuestras raíces para saber de dónde venimos. El viaje de Ben además de tratarse de un viaje físico se trata también del paso de la juventud a la madurez y mientras se da este proceso las ganas de buscar nuevas experiencias junto con una cierta dosis de insensatez hace que llegue la aventura. De este modo el Marruecos que se nos presenta no es el de las postales y el que ven los turistas sino el país real con sus gentes y la parte menos bonita. El turista y el viajero se diferencian no tanto en lo que visitan sino en la forma en la que tienen de relacionarse con el medio. Mientras que el primero se dedica a ser mero observador de lo que pasa, el viajero se implica no sólo con el medio sino también con las personas de forma real y no como objetos. Marruecos, tan alejado de nuestra cultura occidental, se nos muestra como un país seductor, con mucho atractivo pero también con un lado oscuro en el que el peligro parece que está constante aunque el protagonista no siempre sea consciente.



La directora que trabaja con un plan y un guión aprovecha las circunstancias y la imprevisibilidad de lo que pasa para incorporarlo a la película y que aportan una naturalidad a la historia y le dan mayor realismo. En la historia se van introduciendo una serie de personajes que en un momento de la historia tienen un gran protagonismo pero que se van diluyendo y que aportar una atmósfera y ayudar a que el protagonista vaya madurando. Es el caso de un par de guionistas que trabajan en el equipo del padre que son los que le abren la puerta a nuevas experiencias, la prostituta que conoce en un bar y que le enseñará muchas cosas acerca de la importancia de la familia y una madre que ha estado siempre presente en su vida pero que en este momento está ausente aunque no del todo. Son personajes que la directora no desarrolla completamente y permite al espectador imaginarnos cómo serán sus vidas. Es de agradecer el respeto con el que trata a los marroquíes sin estereotipos y mostrándonos una verdad que no siempre se ve en el cine. Es una película que a los que no pudieron ir a verla ayer tienen hoy miércoles una nueva oportunidad en la sala 1.   

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