viernes, 24 de abril de 2015

Crítica: El maestro del agua, de Russel Crowe


Ha trabajado con los grandes directores y muchos de sus papeles permanecerán en el imaginario colectivo durante mucho tiempo, ya sea como general del ejército de la Antigua Roma reconvertido en esclavo o como detective de Los Angeles. Pues bien, Russell Crowe ha decidido que era hora de ponerse -más o menos- detrás de la cámara para dirigir y protagonizar su primera película.


Crowe se decanta por narrar la historia basada en hechos reales del granjero australiano Joshua Connor durante la búsqueda desesperada de sus hijos, muertos durante la batalla en Gallipolli en la Primera Guerra Mundial. El principal problema de la película es la mezcla de tonos: mientras que las partes de guerra son interesantes, la parte dramática de la búsqueda de sus hijos no es tan efectiva ya que a veces parece insustancial a pesar de los esfuerzos del director por evitarlo. Si a esto le suma un romance de lo más azucarado y previsible las batallas pierden fuerza e importancia. Un problema menor son lo desdibujados que están los personajes: sus conflictos son poco potentes y la mayor parte del tiempo chocarán al espectador a pesar de que éste los comprenda. Uno de los personajes mejor construidos es Orhan, el hijo de la dueña del hotel donde se hospeda Joshua Connor durante su estancia en Estambul. Además hay algún deus ex machina demasiado obvio, aunque necesario ya que si no fuese por eso la historia no podría haber seguido. Pero no todo va a ser malo: durante la película habrá algunos momentos en los que se nos encoja el corazón, nos emocionemos y queramos saber más. A pesar de que se desarrolla lentamente, 'El maestro del agua' avanza con firmeza durante casi todo el metraje. Otro punto a favor es que a pesar de que Russell Crowe podría haberse posicionado a favor de un bando u otro, permanece en una posición neutral que favorece al film, ya que no dice al espectador quién es malo y quién bueno y muestra al espectador que en las guerras sólo hay víctimas.
Russell Crowe como director es bastante irregular: en algunos momentos -como en las batallas- la realización es muy potente y no se le puede poner pegas, mientras que en otros momentos es más que floja, notándose su primera vez al frente de una película. En general la dirección de actores está llevada con el talento de un actor consagrado con más de treinta y cinco películas en su haber. Curiosamente él es el que en algunas ocasiones no está a la altura, pero son las menos -aunque un par de ellas son importantes a nivel narrativo-.



'El maestro del agua' es una película que habla sobre enterrar el pasado de una manera digna, de nuevas oportunidades y del perdón. A quien le gusten los dramas históricos bélicos este film le gustará, ya que es más o menos efectivo.

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