lunes, 20 de julio de 2015

Lo que viene a ser una reseña



Después de casi 300 reseñas y casi cinco años que se harán en diciembre me apetece hacer una pequeña parada y reflexionar sobre lo que hago en esta página y sobre mi opinión de lo que debería ser una reseña de cine. No soy periodista pero escribo de cine, porque me gusta el cine, me apasionan las películas, que me cuenten historias, que me enseñen y que me entretengan. Porque me gusta pensar sobre lo que he visto, buscar un explicación, hacer una valoración y sobre todo porque me gusta escribir. La crítica no es un patrimonio exclusivo del periodismo, tan sólo hace falta saber ver y saber escribir, con un poco de cultura cinematográfica cualquiera puede ser crítico de cine. Los medios de comunicación están cambiando y hacen que tanto la prensa, las revistas y los medios digitales se devalúen al no ofrecer contenidos de calidad. Se nos dan por contenidos originales lo que son refritos de notas de prensa escritos por otras personas, una publicidad descarada y realmente lo que se dice una crítica seria que hable de cine es más bien poca. A veces nos olvidamos de que el periodismo y la escritura es un trabajo y que las cosas cuando se convierten en una obligación no gustan tanto como cuando se hacen por placer o por afición. Eso puede hacer que haya críticos de cine a los que nos le guste el cine o por lo menos que no les apasione o no lo vivan de la misma manera que mucha gente que escribimos en blogs. Esto puede tener su parte positiva porque hablan desde un punto de vista más objetivo ya que pueden mantener una mayor distancia con el objeto a analizar pero cuando existe una desafección tan grande hace que algunos escriban sin ningún tipo de emoción ni interés. Y eso a la larga hace que olviden su cometido y se interesen por otras cosas.

En una reseña existen dos polos, el del crítico que escribe y el objeto a comentar. Este último elemento es el verdaderamente importante aunque algún crítico se olvide y más que hablar de la película habla de sí mismo. No me gusta que se utilice una película como base para que el autor hable de sus sentimientos. Como base de una obra de ficción hasta puede ser interesante pero ya no sería una crítica. Calificar a las películas como buenas o malas es una categorización bastante simplista, todas las películas tienen su público, así que cuando leo una crítica no me interesa sabe si al crítico de turno le ha gustado o no, sino que me hable de ella, que me cuente de que va, que me diga cómo el director cuenta la historia, que la analice como si de un texto narrativo se tratara y a qué personas va dirigida. El bagaje cultural es importante, porque las películas no son historias aisladas sino que forman parte de algo más grande. Los directores, guionistas y productores reciben influencias de otros autores que de forma consciente o inconsciente incorporan a sus trabajos. Cuanto más cine haya visto el crítico mejor escribirá porque sabrá situar la película en su contexto, porque tendrá más referentes y nos hará una mejor idea de lo que nos podemos esperar. Lo bueno es que las críticas serían variadas porque cada crítico ve la película de una forma diferente, ya sea por los intereses personales o porque simplemente no todos percibimos las mismas cosas de la misma manera. Pocas son las ocasiones en las que nos encontramos con algo así, pero no siempre es culpa del periodista o del crítico. Las prisas con las que vivimos hacen que nada más ver la película ya tengan que tener una idea bien formada cuando eso es bastante complicada. Una película debe asentarse y no siempre las primeras impresiones son las más acertadas. Películas que en un primer momento resultan apabullantes no soportan un análisis y en cambio otras que en un principio no convencían acaban siendo de las más valoradas. He conocido a gente como a Juanma de La cabecita de Banaca que nada más salir de un pase salir con un discurso bastante coherente sobre la película vista. Yo muchas veces lo he intentado pero me salen, en el mejor de los casos, ideas inconexas sobre las que debo pensar para lograr algo con cierto sentido.


En definitiva, una crítica debería ser un escrito de no ficción en donde el autor analiza la película en su contexto, la disecciona, habla de lo que cuenta y cómo lo hace y de ahí cada cual puede sacar la conclusión de sí es una película adecuada para él independientemente de los gustos de crítico. Una de las críticas que más me han gustado es de David Bernal, uno de los antiguos redactores de la desaparecida On Madrid respecto de Extraterrestre de Vigalondo. Aunque la película no le había gustado era capaz de superarlo y describirla de la forma más objetiva posible. Así sí que da gusto leer una crítica aunque por desgracia luego esos no son los que más se valoran y da más fama y lectores escribir improperios y comentarios absurdos y egocéntricos. Hay mucha gente que escribe de una manera impresionante y por no tener un apoyo detrás no tiene la proyección que se merece. Páginas como La llave azul, la mencionada Lacabecita, El palomitrón, Cinemaadhoc y un largo etcetera de páginas son el futuro de la prensa cinematográfica, o debería serlo si cuentan con el apoyo necesario. 

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