lunes, 31 de enero de 2011

Crítica: Valor de Ley de Ethan y Joel Coen


No soy muy aficionado al cine del oeste pero una película de los hermanos Coen siempre es un aliciente que motiva. Valor de ley es una nueva versión del clásico del género dirigida por Henry Hathaway y protagonizada por John Wayne en 1969 y que a su vez está basada en una famosa novela escrita por Charles Portis y publicada por entregas. En ella se cuenta la historia de Mattie LaRos, una adolescente de 14 años, se queda sin padre porque un cobarde Tom Chaney acaba con su vida. Contrata los servicios del policia de frontera Rooster Cogburn para darle captura y hacer justicia. Contarán con la ayuda de un joven texas ranger llamado LaBoeuf. Estamos en el oeste americano en una época en la que el vale poco la vida de cada persona, una época dura que saca lo peor de cada uno de nosotros. Pero para la joven protagonista la vida de su padre sí que tenía valor, sí que su muerte ha supuesto algo y es por lo que reclama justicia, una justicia que no se le garantiza, así que decide tomar ella las riendas y poner cierto orden en el mundo caótico que le ha tocado vivir; pero ella tan sólo tiene catorce años y no puede hacerlo sola y es por lo que empieza todo un viaje junto con el descreído y cínico Rooster. Son dos personajes con grandes diferencias que a pesar de las circunstancias tendrá que comprenderse y llegar a un entendimiento y quizás a una amistad. A pesar de las burlas iniciales y de los malentendidos Mattie y el el texano LaBoeuf tienen un sentido muy parecido de lo que debe ser la justicia y aunque ambos buscan saldar sus propios intereses, tienen mucho en común. La venganza, la búsqueda de la justicia, la lucha del bien y del mal son temas clásicos de las películas del oeste.



Los hermanos Coen son unos cineastas que hacen un cine personal que no se mueve por modas, cada uno de sus proyectos es distinto, poco tiene que ver comedias como Arizona Baby o el Gran Lebowsky con Fargo o la premiada No es país para viejos. Las historias poco tienen que ver unas con las otras y el tono y la forma de contarlas también son diferentes. Quizás lo que une a estas películas y a otras que han dirigido es que los personajes no son para nada maniqueos, no se les presenta como buenos o malos, sino que la línea que separa lo bueno de lo malo es demasiado fina y se puede traspasar en cualquier momento. Los personajes no se rigen por un código ético rígido sino que se guían por lo que en ese momento consideran que es lo que mejor les conviene.


Valor de ley es una historia emotiva pero sin caer en el sentimentalismo, es dura pero sin resultar desoladora. La ambientación del antiguo oeste es excelente, una excelente fotografía. Unos actores que hacen un buen trabajo de interpretación. No es extrañar con todo esto que tenga 10 candidaturas para los próximos premios de la academia de Hollywood. Es una gran película para disfrutar de un cine que actualmente ya no se suele hacer. Muy recomendable.



“Valor de ley” se estrena el día 4 de febrero.


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