Los chicos están bien es una de las grandes favoritas a llevarse el próximo domingo muchos premios de la academia de Hollywood. Es una comedia con toque dramáticos en donde se hablan de nuevos tipos de familia, para empezar la pareja protagonista está formada por dos mujeres y están tienen dos hijos por inseminación artificial gracias a un mismo donante. Cuando uno de ellos llega a la mayoría de edad deciden buscar al padre biológico y lo encuentran en un hostelero que vive cerca de ellos y que dará un vuelvo a la vida de todos ellos. Es una argumento que resulta bastante provocador y trasgresor pero luego la película no lo es tanto. Es una comedia bastante amable que tiene momentos bastante divertidos y cómicos pero con una trama también dramática.
Sin duda el gran activo de esta película son sus actores, empezando por la pareja protagonista que hacen una interpretación intensa, emotiva y bastante divertida. Tanto Julianne Moore como la insegura Jules que aún no ha encontrado su lugar en el mundo o Annette Bening, la seria doctora que no le gusta los cambios que están produciendo con la llegada del personaje interpretado por Mark Ruffalo que también hace un gran trabajo. Su personaje ve una oportunidad de ser parte de una familia bastante alternativa y poco convencional. Me gusta esa naturalidad y esa mirada sin artificios con la que la directora nos presenta la historia, da sinceridad y llegas a conectar con la historia, convence pero tampoco demasiado. Tiene momentos buenos y bastante divertidos, eso sí, pero no la veo como una película redonda, bien terminada. Aún así se deja ver y es bastante recomendable para pasar una tarde agradable.
Los chicos están bien se estrena el 25 de febrero.
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