jueves, 7 de junio de 2012

Crítica: Las chicas de la sexta planta de Philippe Le Guay



Si en Un franco, 14 pesetas de Carlos Iglesias, éramos nosotros los que hablábamos de nuestra historia como inmigrantes en suiza, en Las chicas de la sexta planta, son los franceses los que narran la vida de varias mujeres españolas que durante los años últimos años 60 acaban en París trabajando como asistentas en las casas de los franceses acomodados. Trabajan y viven con los franceses pero viven aisladas en dónde tan sólo se tienen las unas a las otras para apoyarse. Las condiciones en las que viven no son fáciles pero pasan desapercibidas porque las consideran inferiores, como ciudadanas de segunda a las que no hay que hacerles demasiado caso. Pero la película no va de crítica social y el tono de comedia está muy presente. Resulta divertido ver cómo se enfrentan a los problemas cotidianos del día a día con un gran optimismo y en algunos casos con resignación. La llegada de una nueva, María Gonzalez, interpretada por Natalia Verbeke hará que se revolucione el edificio, empezando por el dueño que queda prendado de ella. Eso hará que empiece a ver de forma distinta al resto de mujeres que viven recluidas en la sexta planta de su edifico y las valores por lo que son y no por unas ideas preconcebidas sobre ellas. Tampoco es una película vindicativa que defienda el trabajo y el valor de estas mujeres inmigrantes frente a la incomprensión de aquellos que están en una posición más favorecida. El romance entre María y su casero y jefe Jean-Louis Joubert es la clave de la historia.


Como no podía ser de otra forma, el reparto está encabezado por varias de las mejores actrices que tenemos en España. Desde las que llevan el mayor peso que son Carmen Maura y Natalia Verbeke así con personajes más secundarios como son la gallega Berta Ojea o Lola Dueñas. Por cierto, Carmen Maura ganó un premio Cesar por esta película. Uno de las cosas que le dan un punto más divertido a la película es la mezcla de idiomas, las españolas entre ellas casi siempre en castellano porque para eso es su lengua materna pero cuando hablan con sus jefes procuran hablar frances, pero siempre se le escapa alguna frase o expresión en castellano que no saben traducir. Los problemas con el idioma suelen ser un buen recurso cómico, lo que pasa es que en muchas salas la película se va a ver doblada con lo que todos los diálogos serán en castellano y se perderán muchos matices. Si podéis verla en VO mucho mejor.


La película resulta muy divertida y no paras de reírte, al pase que fui yo no se dejaron de oír risas durante la proyección y eso no es muy habitual. Quizás uno de los puntos negativos que tiene es que resulta algo superficial, no entre en los temas como el de la inmigración que podría ser interesante como punto de partida para reflexionar en que situación está la inmigración actualmente y en qué cosas han cambiado con el tiempo. Tampoco me ha gustado cierta visión que los franceses tienen de nosotros, aunque estas mujeres vengan de distintas zonas de España, cuando se reúnen a celebrar algo tan sólo lo hacen con bailes y música flamenca como si esto fuera algo típicamente español y no algo relacionado con una comunidad autonómica muy concreta. Esto no le quita valor y resulta recomendable, eso sí, mejor en VO.


Las chicas de la sexta planta se estrena mañana 8 de junio

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