miércoles, 27 de marzo de 2013

Crítica: Los últimos días de Alex y David Pastor



Título original: Los últimos días Director y Guionista: Àlex Pastor, David Pastor Música: Fernando Velázquez Fotografía: Daniel Aranyó Interpretes: Quim Gutiérrez, Jose Coronado, Marta Etura, Leticia Dolera Fecha de estreno: 27 de marzo de 2013

No es una novedad una película que nos sitúe en un escenario apocalíptico, tenemos ciudades y países arrasados por extrañas enfermedades que matan a los hombres y dejan a los simios como únicos habitantes, tenemos guerras que lo arrasan todo o a grupos de hombres escapando de monstruos, zombies (o infectados) e incluso una extraña revolución que pone a las máquinas como los aniquiladores de la humanidad. Además normalmente estas historias suceden en Estados Unidos como si el mundo fuera a acabar sólo allí. Los últimos días es una película que rompe bastantes tópicos al respecto, en primer lugar porque la amenaza que sufren los pocos humanos que quedan con vida es algo invisible, no se sabe qué es lo que está pasando ni cómo se ha llegado a esta situación. Es una extraña enfermedad a la que denominan pánico que impide que quienes la padecen puedan salir de los edificios en los que están ya que en unos minutos estarán muertos. No es por tanto una psicosis, es algo real pero que como intangible prácticamente imposible de combatir. Otro de los tópicos que rompe es la de la localización, aunque es cierto que el primer borrador de la historia era en NYC, “Los últimos días” nos lleva a una Barcelona destrozada y arrasada, una pesadilla de la que no consiguen despertarse. Aunque sea una trama fantástica, este tipo de géneros se presta mucho a reflexionar sobre la situación actual. Como bien dice la actriz Leticia Dolera, vivimos cada vez más aislados de los demás, ya no necesitamos salir de casa para realizar nuestro trabajo, compramos todo por Internet y hasta ha cambiado la forma de relacionarnos con los demás, ya hay menos contacto con los demás y hablamos más por mensajes y todo esto no deja de ser una situación en donde uno puede pensar que la situación que nos propone Los últimos días pueda llegar a ser real. Además la película no es ajena a la situación actual y aunque se gestó antes de la crisis, el protagonista no deja de estar preocupado por su situación en la empresa y tiene que aguantar todo tipo de presiones en un trabajo que realmente no le hace feliz porque tiene obligaciones que mantener.


El protagonista es un moderno Orfeo que tiene que bajar a los infiernos en busca de su amada Eurídice de la que no sabe si está viva o muerta. El es Marc Delgado, un ingeniero informático al que interpreta Quim Gutiérrez, que se ve afectado por la situación de pánico en plenas oficinas y hará todo lo posible por salir del edificio y buscar a su novia, como extraño compañero tendrá a un José Coronado, encargado de RRHH que le dará un ayuda totalmente interesada. La película es de acción y los dos protagonistas se verán en diversas situaciones comprometidas de las que tendrán que demostrar su fuerza y su inteligencia para salir con vida. Todas las escenas, excepto una, que no se sabe cual es, fueron rodadas por los propios actores, algo que no se sabe si calificarlos como osadía o inconsciencia. La amada es una Marta Etura que vive sufriendo por una supuesta falta de interés de su pareja en la relación. Después de lo que hacían en la película Mientras Duermes, aquí la tratan como a una reina, pero parece que lo que le gusta es ser una sufridora y aquí lo pasará mal. Su personaje, aunque es de alguna forma el motor de la historia, es el peor definido de todos y el menos conseguido porque por encima de crear un personaje coherente lo han utilizado para dar sentido a la historia y para que las tramas cuadren. La actriz hace lo que puede aunque por desgracia no consigue desarrollar todo su potencial. Los directores le deben un papel protagonista en una de sus próximas películas. Por supuesto, no nos podíamos olvidar de Leticia Dolera en un pequeño papel como amiga de la protagonista pero que brilla con luz propia en las escenas en las que aparece.        

Pilar Sarro


Es impresionante la Barcelona post apocalíptica que nos enseñan, y muchas de las escenas se rodaron en las propias localizaciones, quizás una de las más espectaculares son las que suceden en el metro. Los efectos visuales están muy conseguidos y aunque uno sea consciente de que no han podido quemar y destruir edificios representativos de la ciudad cuesta ver detrás de las imágenes la mano del informático. Alcanza en algunos momentos un realismo que asusta. Por otro lado, construir un mundo nuevo resulta demasiado complicado y hay que hacer algún tipo de concesiones para que la historia funcione pero son cosas que en el momento en el que ves la película no caes porque la trama te envuelve de tal forma que no prestas atención, pero son nimiedades como cuando en Expediente X tenían cobertura del móvil en todos los lugares cuando se sabe que eso es totalmente una fantasía. Sabe mezclar bien el cine de acción y de supervivencia con las emociones. Aunque el mundo está hundido y las peleas por la supervivencia son constantes, se crean grupos como pequeñas tribus con las que empezar desde cero. Aunque parece que todo se terminado el mensaje no es negativo y siempre hay espacio para la esperanza. Gran película que deberíais ver.

Ficha en SensaCine

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