sábado, 1 de junio de 2013

Crítica: Hijo de Caín de Jesús Monllaó Plana




Título original: FIll de Caín Director: Jesús Monllaó Guionista: Sergio Barrejón y David Victori (Novela: Ignacio García-Valiño) Música: Ethan Lewis Maltby Fotografía: Jordi Bransuela Interpretes: David Solans, José Coronado, María Molins, Julio Manrique y Jack Taylor Distribuidora: Alfa Pictures y Life&Pictures Fecha de estreno: 31 de mayo de 2013

Jesús Monllaó, director de cortometrajes como "El legado" o "Gloria", debuta en el mundo del largometraje con "Hijo de Caín", un thriller con muchos altibajos. Los altos podrían ser algunos giros de guión no esperados, al igual que los bajos son a su vez otros giros completamente previsibles. Eso sí, se agradece el intento de crear un guión complejo con detalles de los que sólo eres consciente según va avanzando la película o alguna analogía, como la obsesión del chico con el ajedrez. Lo malo es que los personajes tienen una evolución casi nula, quitando los giros de guión en los que, más que evolucionar, cambia completamente su actitud. Ahora vamos con lo peor: el idioma. Vale, rodar en catalán da subvenciones, pero vamos a ver: si mezclas catalán y castellano que no sea de una manera tan estúpida. Todos los personajes hablan en catalán excepto los de José Coronado y Jack Taylor, que hablan en castellano. Tendría un pase si no fuese porque el resto del reparto les habla en catalán y ellos contestan en castellano como si tal cosa. ¡Y ellos siguen hablándoles en catalán! Es, sin duda, el mayor lastre de la película, ya que te da la sensación de que los personajes son unos maleducados. ¿Solución? Haberles dado unas cuantas clases de catalán y listo. Vale, se habría notado que no saben el idioma perfectamente, pero al menos no tendríamos esta mezcla tan mala.


El director, Jesús Monllaó, cumple con creces. Durante los noventa minutos que dura la película no decae el ritmo en ningún momento, además de tener muchos movimientos de cámara más que decentes. Eso sí, la fotografía… No es nada del otro mundo. De hecho muchos telefilms no tienen nada que envidiarle. Un punto a favor es la música de Ethan Lewis Maltby, muy acertada en todo momento.



Y ahora vamos con el reparto. Tenemos a David Solans, que no deja de recordarnos a Justin Bieber en moreno durante toda la película, en el papel de niño malo. Muy malo. Además de malo también hace de repelente y maleducado, haciendo así que, ERROR, no consigamos identificarnos en ningún momento con él. Lo bueno es que hace muy bien de niño inadaptado-inquietante. También tenemos a José Coronado interpretando al padre. José Coronado, uno de nuestros mejores actores, en una de sus peores actuaciones. ¿Qué ha salido mal? Que hasta la mitad de la película no le pega el papel asignado, siendo al comienzo extremadamente dulce -ñoño y cursi, más bien- con todo lo que le rodea excepto con el niño malo. También está Julio Manrique en el tópico y desaprovechado papel de héroe-psicólogo. Seguimos con María Molins en el papel de madre sufridora, lo mejor de la película en cuanto a actores. Acabamos con la mención a Jack Taylor como maestro ajedrecista, cumpliendo más que de sobra en su papel de sabio.


Es ésta una película que entretiene tan fácilmente como se olvida.

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