jueves, 14 de noviembre de 2013

Crítica: Septimo de Patxi Amezcua

SEPTIMO


 


Título Original: Séptimo Director: Patxi Amezcua Guión: Patxi Amezcua, Alejo Flah Música: Roque Baños Fotografía: Lucio Bonelli Intérpretes: Ricardo Darín, Belén Rueda, Luis Ziembrowski, Osvaldo Santoro, Guillermo Arengo, Jorge D'Elía, Andrea Carballo Distribuidora: FOX Fecha de Estreno: 08/11/2013

Septimo es un thriller contado prácticamente a tiempo real en el que unos padres ven como desaparecen sus dos hijos. La historia nos lleva a Buenos Aires en el que un matrimonio formado por una española y un argentino acaba de divorciarse por las continuas infidelidades de él y ya lo único que les une son sus dos hijos, ella quiere volver a España y el hace todo lo posible para que ese viaje no se produzca. Cuando el padre va a llevar a sus hijos al colegio deciden hacer un inocente juego que consiste en que los niños bajen por las escaleras mientras el padre por el ascensor para saber quien va a llegar antes. Evidentemente el que va en el ascensor llegará antes pero los niños se retrasan demasiado, y por mucho que los busca no los encuentra. Prácticamente toda la acción sucede en ese edificio de apartamentos que serán todo un laberinto de pasillos y pisos para un padre desesperado que busca a lo que más quiere. Ricardo Darín es el que lleva todo el peso de la acción pues el personaje de Belen Rueda juega claramente un papel secundario y cuando aparece con la lógica angustia de una madre que no sabe dónde están sus pequeños parece que hasta molesta. La película juega al despiste y va buscando diferentes culpables y diferentes motivos por los que alguien querría hacerles daño a los pequeños; ya se sabe que en muchas ocasiones los pecados de los padres los pagan los hijos. Pero desde el principio uno nota que algo falla en la historia y resulta poco creíble todo y que los giros en la trama son una mera excusa para alargar la historia y que dure lo que una producción convencional. Los diferentes personajes que ayudan a Darin en la búsqueda resultan poco creíbles y quizás la que menos la madre.




No digo que sea mala, resulta entretenida, como un pasatiempo, algo que dura poco más de hora y media y que gustará a los fans más apasionados de su protagonista. Para los demás, seguramente la mayoría, Séptimo no deja de ser un fallido telefilme de esos que ponen los sábados a las tres y media en los que puedes seguir sin prestar demasiada atención. No voy a desvelar el final por si alguien se anima a verla, pero ese giro argumental de último minuto es de los finales más absurdos y sin sentido visto en una película en mucho tiempo. Además de absurdo no tiene nada de verosimilitud. 

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