sábado, 29 de marzo de 2014

Crítica: Guillaume y los chicos a la mesa de Guillaume Gallienne

GUILLAUME Y LOS CHICOS A LA MESA



Ayer se estrenó uno de los grandes éxitos de este año en Francia tanto en el público, la crítica y entre la industria con los premios César que ha acumulado venciendo a películas tan impresionantes como La vida de Adele. Se  trata de una comedia en la que el protagonista recorre Europa buscando su identidad bajo la influencia de una madre a veces castradora y dominante y otras comprensiva y cariñosa. Guillaume Gallienne que tiene la triple faceta de director, guionista y protagonista utiliza el recurso del teatro y todo lo que vemos es la narración de su monólogo. Además no se conforma con interpretar al protagonista sino que también a su madre con la complejidad que lleva por la cantidad de escenas que comparten. El problema que sufre el protagonista es que su madre deseaba tanto tener una niña que ha tratado siempre a su hijo Guillaume como si de una niña se tratara y para agradar a su madre ha interiorizado ese deseo que potencia su lado más femenino. Eso le llevará a crear incertidumbre entre la gente que le rodea, a la familia y sobre todo a el mismo  por confundir dos cosas que son completamente diferentes como son la identidad sexual y la orientación sexual. La primera se trataría de una construcción social en la que en cada cultura nos dice qué es ser un hombre y una mujer y lo otro se trata de hacia dónde se dirige nuestro deseo sexual. Guillaume al identificarse con las mujeres busca el deseo en sus compañeros sintiéndose extrañado de que lo rechacen porque para el no es homosexualidad ya que se trataría de una relación entre un hombre y una mujer. Por recomendación de la madre cambiará de colegio y recorrerá Europa buscándose a sí mismo.




En este sentido la película también es un viaje por Europa que lo llevará a Inglaterra, a Alemania visitando el famoso castillo de Luis II de Baviera, que visitamos hace poco de la mano de los Monuments Men y lo traerá a tierras españolas, concretamente a la Linea de la concepción. Me ha gustado especialmente las aventuras que sufre el protagonista y que como es evidente no voy a contar. Aunque sí que he de decir que el hecho de que el protagonista recorra tierras españolas y por lo tanto haya escenas que en VO estén en castellano hacen que esta película no tenga sentido verla doblada. Sé que hay un debate actual entre los defensores del doblaje y los que prefieren en VOSE. Yo me posicionaría en el segundo grupo porque el doblaje roba parte de la interpretación del actor que vemos en la pantalla y ya tendríamos que hablar del trabajo de dos actores y el que pone la voz siempre estará olvidado y su trabajo casi nunca es reconocido. Entiendo por otro lado que haya películas que se doblen porque su público potencial no puede seguir los subtítulos. Estoy hablando de películas de animación en las que las canciones pierden la gracia al traducirse. En este caso no sé cómo han hecho para justificar la parte española y sus dificultades con el castellano cuando en el resto de la película se supone que hablará el castellano correctamente. Aquí no deberían de haber niños en la sala y los adultos sabrán leer así que siempre será mejor verlo en su idioma original. De todos modos siempre será mejor verla aunque sea doblada que perderse una de las películas que más me han hecho reír y emocionado en estos meses. 


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