Se acerca Nochevieja, y con ello
una cantidad asombrosa de galas pregrabadas
con estrellas invitadas dando lo mejor de sí ya
sea en riguroso playback, con bailes imposibles, monólogos rancios o presentaciones
sobreactuadas. Todo esto y mucho más es lo que nos muestra la nueva película de
Álex de la Iglesia, 'Mi gran noche'.
Es innegable que en todas las
películas del director, guionista y productor Álex de la Iglesia hay varios
elementos comunes: situaciones que rozan el absurdo, personajes de lo más
rocambolesco y mucho, muchísimo caos. 'Mi gran noche' reúne esto y lo adereza
con tantos personajes que hacen de ésta la película más coral del director
vasco. Ambientada en el rodaje de una gala de Nochevieja, en ella veremos
presentadores egoístas, cantantes ególatras y tiranos, figuración de lo más
variopinto, técnicos escarmentados… por nombrar algunos. Por separado sus
tramas no tendrían demasiada chicha, ya que son personajes bastante acomodados
en el cliché, incluso simplones, pero juntos consiguen que el ritmo de la
película no decaiga un instante. Y éste es el mayor acierto de 'Mi gran noche',
ya que pasan tantísimas cosas que el espectador no reparará en las carencias
del guión hasta que esté fuera de la sala y se le haya pasado el subidón del
tramo final. La principal carencia es que es una película muy simplona a pesar
de tener una cantidad de personajes y tramas casi exagerada. No pasa de ser una
parodia que, aunque buena, no va más allá a pesar de tener momentos llenos de
humor negro y mala leche. 'Mi gran noche' no cuenta nada trascendente, aunque
por suerte no lo intenta. Otro de los defectos es la simpleza que caracteriza a
la mayoría de personajes y que se desarrollan lo suficiente. Esto es debido al
poco tiempo que tiene cada uno, aunque no sirve de excusa ya que podría haberlo
solucionado dejando a un lado sus ganas de parodiar clichés. Aunque es gracias
a estos clichés que el espectador podrá observar las hazañas de unos pocos
personajes memorables como el interpretado por Raphael.
Pero el ritmo que presumiblemente
tiene el guión se habría perdido si no fuese por la realización tan loca como
precisa de de la Iglesia. El director vasco se empeña en mantener nuestra
atención mediante estallidos de luces, sonido y planos casi horteras, pero muy
efectivos. Se nota que el director, además de estar cómodo rodando situaciones
caóticas, sabe cómo planificar para que las secuencias más anárquicas sigan
siendo comprensibles. 'Mi gran noche' está montada al milímetro con elegancia y
saber hacer. La mayoría de actores que aparecen en 'Mi gran noche' están correctos.
Sobre ellos destacan Carlos Areces como mánager de Alphonso, Terele Pávez como
madre de Pepón Nieto, Blanca Suárez como la chica gafe, Carmen Machi como
realizadora, Mario Casas como la mezcla entre David Bisbal y Chayanne o Hugo
Silva y Carolina Bang como la pareja de presentadores egocéntrica. Pero si hay
uno que sorprende es, sin duda, Raphael como el divo Alphonso. Aunque es obvio
que no es un buen actor, lo suple interpretando con mucha mala baba el mejor
personaje de la película. La música compuesta por Joan Valent acompaña
perfectamente a las imágenes, pero son los grandes éxitos de Raphael los que,
además de brindar el título, dan vida a la película, y el momento que más
espera ver el espectador.
'Mi gran noche' no es, ni de lejos,
una de las mejores películas de Álex de la Iglesia, pero sí una de las más
divertidas y desenfadadas. Cien minutos llenos de caos y risa que entretendrán
a cualquiera que esté dispuesto a meterse en las entrañas de esta peculiar gala
de Nochevieja.
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