Ridley Scott es el típico
director que da una de cal y una de arena. Pues bien, después de 'Exodus' da un
gran salto en el tiempo para traer al astronauta Mark Watney y su gran odisea
marciana en 'Marte', que resulta ser una de sus mejores películas en años.
¿Cómo sobrevivir en Marte cuando
todos tus compañeros te han dejado atrás? Esto es lo que se pregunta Mark
Watney, y todos y cada uno de los espectadores, cuando se da cuenta de que se
ha quedado solo en el planeta rojo. La primera virtud de esta película es no
intentar meter una moralina filosófica como en su día intentó, por poner un
ejemplo, Nolan con 'Interestelar' o, sin ir más lejos, 'Prometheus': lo que hay
es lo que ves, y en una aventura espacial como ésta no hacen falta reflexiones
pseudoprofundas para intentar darle un significado al conjunto. Esto no
significa que 'Marte' sea una película simplona o tonta, todo lo contrario: el
guión, basado en la novela de Andy Weir, es de lo más inteligente que ha rodado
Ridley Scott. A pesar de que la adaptación corriese a cuenta de Drew Goddard,
artífice del guión de la nefasta 'Guerra Mundial Z', los temores de que la transformación
de novela a guión fuese un desastre se quedan en eso, temores. Con la mezcla de
drama, aventuras y algo de comedia se consigue un guión sólido que sólo va a
más, con ninguna escena que dé la impresión de ser de relleno. Estos tres
componentes se van alternando para dejarnos pegados a la butaca durante las casi dos horas y media que dura con
escenas trepidantes, conmovedoras o hilarantes. Es cierto que la construcción
de los personajes se ciñe mucho a los estereotipos exceptuando al protagonista,
que tiene una personalidad tan llena de matices que compensa al resto de
personajes.
Vuelve ese Ridley Scott tan
añorado, capaz de exprimir todo el jugo a un guión y, sobre todo, ese Ridley
Scott capaz de elegir buenos guiones para rodar. Con 'Marte' demuestra que su
talento permanece intacto a pesar de sus últimos patinazos. La planificación es
espectacular y efectiva, muy cuidada. Y la dirección de actores… Qué decir de
Matt Damon en su segundo papel de astronauta en apuros: ha superado con creces
su papel en la película de Nolan, y en 'Marte' brilla con luz propia. Si
hubiese sido el único actor de la película seguiría sin hacerse pesada, ya que
da vida a Mark Watney de una manera tan memorable que pocos actores podrían
alcanzarle. Los secundarios, a pesar de tener personajes estereotipados, saben
sacarles partido y lucirse. La música de Harry Gregson-Williams ayuda a
reforzar la sensación de soledad en Marte, dando un resultado digno de
recordar. Pero es la otra música, canciones conocidas por todos, las que
aportan un punto gamberro a la película. Ni que decir tiene que los efectos
especiales son espectaculares y necesarios, no por el hecho de que sea una
película espacial, sino porque están al servicio de la historia y no son usados
al tuntún por el hecho de poder usarlos como en otras superproducciones.
'Marte' es la película que los
fans de Ridley Scott estaban esperando para comprobar que el director sigue en
forma. Un blockbuster imprescindible que dejará al espectador con ganas de más
aventuras espaciales.
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