miércoles, 16 de marzo de 2016

Crítica: La corona partida de Jordi Frades





Que poco sabemos de nuestro historia. Gracias a series como Isabel o la más reciente Carlos Emperador nos sirve para conocer más acerca de lo que ha pasado y cómo hemos llegado hasta aquí. La corona partida cubre el espacio temporal entre estas dos series. Después de la muerte de la reina Isabel la católica hay un vacío de poder. Por un lado está la legítima heredera que es Juana y por otro lado los deseos del viudo Fernando de Aragón que no desea que Felipe llegue a reinar. Este hará todo lo posible para seguir reinando hasta que su nieto Carlos alcance la mayoría de edad y pueda tomar posesión de la corona. La corona partida es una película de intrigas palaciegas, de traiciones y de ansias de poder. Tenemos a dos hombres disputándose la corona y a una mujer en medio víctima de una guerra no declarada. No me extraña que Doña Juana más conocida como Juana la loca acabará tan mal. Se debate por el amor y el deseo a un marido y el amor y el respeto a un padre. Estos dos amores son incompatibles, la hacen elegir y ella no quiere. Ese amor no parece demasiado correspondido porque los dos están más interesados en sacar provecho de la situación más que en lo que le conviene a su esposa e hija. Se mueve la historia en sentimientos y cuestiones tan universales que cualquiera puede entenderlos. Aunque sea una recreación histórica no deja de ser una película con lo que es posible que algunos datos, algunas secuencias se hayan dramatizado para que resultara interesante. Hay muchas de las escenas que resulta algo complicado que sucedieran cómo nos cuentan y cuestiones claves como la muerte del marido de la reina Juana es tan increíble que se ha buscado una explicación porque no resulta muy creíble que el rey muriera tan solo de beber agua demasiado fría después de jugar a la pelota. El formato elegido de largometraje en vez de un capítulo o una miniserie creo que es bastante acertada. 


No sólo por lo que cuenta sino por cómo lo hacen. El vestuario de la época es impresionante, de una gran belleza que nos lleva a la época. También es espectacular la fotografía que traslada a imagen en movimiento cuadros famosos como Doña Juana "la Loca" (1877), de Francisco Pradilla y Ortiz que podemos ver en el Museo del Prado. Los actores también ayudan a hacer más grande la película. como Irene Escolar como Juana I de Castilla, Raúl Mérida como Felipe El hermoso o Sancho Gracia como el viudo Fernando de Aragón. Todos ellos ya conocidos porque han interpretado a los mismos personajes en las series. La fotografía de una gran hermosura hacen que sea una gran película para disfrutar en pantalla grande. Muy recomendable para seguidores de la serie, para amantes del arte y de la historia en general. 


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