domingo, 20 de marzo de 2016

Crítica: Rock de Kasbah de Barry Levinson


Barry Levinson y Bill Murray se juntan en esta comedia con trasfondo musical que empieza de una forma un tanto anodina pero que acaba como una historia emotiva y reivindicativa del papel de la mujer. Richie Lanz es un manager musical que básicamente se dedica a timar a gente que no tiene ningún talento musical. Les ofrece contratos y actuaciones a cambio de cobrarle por llevar las gestiones. Uno de sus contratos le lleva hasta Afganistan en donde una de sus representadas tiene una actuación pero el destino hace que acabe en medio del desierto sin dinero, sin pasaporte y sin salida. Allí acaba conociendo a una joven con una gran voz y mucho talento que le hará recapacitar sobre su vida y hará todo lo posible para que pueda superar los prejuicios de su pueblo y de la cultura en la que vive y pueda desarrollarse. El inicio de la película no es muy esperanzador, parece la típica comedia entretenida pero que no aporta nada nuevo; pero este giro hace que todo cambie y la historia de un agradable y emocionante cambio de rumbo. La película está basada en una historia real de una joven que participó en un programa de televisión musical al estilo de Operación triunfo en un país en donde la mujer tiene un papel secundario y de sumisión al hombre. Una sociedad machista que no valora el papel de la mujer hace que tan sólo sean hombres a los que se les permita cantar y bailar. El hecho de que una mujer pueda pasar del ámbito privado del hogar y se abra al espacio público es algo que la sociedad que nos muestra la película no pueda aguantar. La joven no sólo recibe el rechazo de la gente en general sino que su propia familia siente vergüenza de ella. 


Pero la joven Salima no es el único personaje femenino fuerte Kate Hudson interpreta a Merci, una americana que utiliza el sexo para conseguir poder y como forma de independencia. Otro de los personajes interesantes es el de Bruce Willis que es un mercenario que  aparece en momentos clave para ayudar a nuestro protagonista. Interesante es la parte musical de la película y se sustenta en tres versiones que hacen los protagonistas. La más importante es sin duda Wild world que es la que hace la joven cantante y que es la que convence al jurado del programa de televisión para participar en el concurso, pero también hay una de Bitch que hace Zoe Deschanel así como una versión alocada y taciturna que hace Bill Murray de Smoke on the water. Es una película con un planteamiento sencillo pero que tiene un gran trasfondo.  Muy recomendable. 


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