domingo, 12 de junio de 2016

Festival de Cine Alemán 2016 - Día 2


La segunda jornada del Festival de Cine Alemán de Madrid empezó con la sesión infantil de Rico, Oscar y el misterio del bingo, la secuela de Rico, Oscar y las sombras profundas que se proyectó el año pasado. El director Wolfang  Groos tiene una filmografía en la que predominan películas pensadas para un público joven como la que pudimos ver hace unos años Die Vampirschwestern que aquí se tradujo con el título de Las hermanas vampiresas. La película que nos ocupa cuenta la historia de dos muy buenos amigos que tienen una relación muy especial. Son muy diferentes y seguramente por eso se complementan bien. El misterio les persigue y se ven envueltos en una extraña trama de robos y de extorsiones en la que puede estar implicada la madre de Rico. La película está llena de humor y de acción y todo desde una visión para un público joven. Pero eso no significa que un adulto no pueda disfrutar de la película. La trama que hay detrás y la historia no tiene mucho de infantil. El mundo en el que se mueve la madre de Rico es bastante sórdido y el club nocturno en el que trabaja sugiere que allí se pueda practicar la prostitución. Hay malos tratos y se le chantajea y ella se ve obligada a vender mercancía robada y seguramente a blanquear dinero. Del reparto destacaría a Karoline Herfurth como la madre de Rico y a la que ya vimos en este festival como una de las profesoras de Fack ju Göhte  y Ronald Zehrfeld, vecino de Rico y su madre, y que fue uno de los policías de El caso de Fritz Bauer que se estrenó hace poco. Las aventuras de estos dos jóvenes investigadores son muy divertidas, esperamos que siga porque promete Hoy domingo hay otra oportunidad de verla.







Ya por la tarde la película fue Refugio de Marc Brummund. Este es su primer largometraje después de dirigir varios cortometrajes y algún capítulo de varias series de TV. Rodada en los escenarios originales en los que sucedió la historia nos lleva a un centro religioso en donde son enviados jóvenes conflictivos. Sus familias les rechazan y allí tienen que convivir en un ambiente violento en donde los más fuertes sobreviven. La represión, la dureza con la que tratan a estos jóvenes es brutal. Entran siendo unos jóvenes conflictivos y complicados pero terminan contagiados con la violencia como forma de relacionarse con el mundo. Esos centros de internamiento los deshumanizan, los convierten en animales y los explotan. Lo más duro no son solo las imágenes sino saber que estos centros han estado operativos hasta mediados de los 70 y como cuentan al final de la película no ha sido hasta hace poco que se han indemnizado a estos jóvenes. Es un buen primer largometraje. El trabajo de los jóvenes actores, especialmente los dos que tienen más peso en la historia. Dentro del reparto destaca entre uno de los tutores del centro Max Riemelt que es la cara más conocida. Es uno de los protagonistas de Freier Fall (Caida libre) que pudimos ver hace un par de años y que según la web IMDb habrá secuela y también lo podemos ver en la serie de Lilly Wachowski Sense8 junto a Miguel Angel Silvestre.



Yo y Kaminski es la nueva película del director de Good Bye Lenin, Wolfgang Becker que vino a Madrid a presentarla y charlar un rato con los espectadores. La película está basada en una novela de Daniel Kehlmann. Tiene como protagonista a un joven periodista que se pone como objetivo escribir la biografía del pintor Kaminski como resumen de la obra de su vida y antes de que se muera y alcance una gran popularidad. Los dos personajes harán un viaje como si de un maestro y un discípulo se trataran. De una desconfianza mutua van a un acercamiento pasando por unas fases en las que no sólo se moverán físicamente sino los dos se ayudarán a cambiar la forma de ver el mundo y a ellos mismos. Como en Good Bye Lenin la película está protagonizada por Daniel Brühl. Es uno de los mejores del cine actual y lo podemos ver en megaproducciones como Capitán América: Civil War, en Malditos Bastardos o en películas más pequeñas como esta. El arte, como no podía ser de otra forma, está muy presente en la película.



Esta jornada terminó con otro debut en la dirección. Nosotros los monstruos de Sebastian Ko. La historia de partida es interesante, la hija de unos padres divorciados reconoce que ha asesinado en un arrebato a su mejor amiga. Ante algo tan extremo e inesperado los padres reaccionan intentando proteger a su hija. No quieren saber cómo ha sido ni por qué lo ha hecho, tan sólo intentan superarlo y que todo vuelva a ser como antes. Como espectadores no ponemos en la situación de los padres y nos preguntamos si en una situación semejante podríamos actuar de otra manera. Aunque ellos mismos se consideren unos monstruos por defender a su hija y por todo lo que hacen, ¿acaso podrían hacer algo distinto? Es una película especialmente dura por la sensación de desamparo y de impotencia que sentimos ante la imposibilidad de hacer nada, viendo cómo los personajes van a un final trágico. El desenlace es inesperado y brillante aunque creo que los verdaderos monstruos son los guionistas que han escrito una historia que no tiene ninguna compasión hacia sus personajes. 

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