viernes, 30 de septiembre de 2016

Crítica: Elle de Paul Verhoeven


Director de películas tan míticas como 'Desafío total', 'Showgirls', 'Robocop' o 'Instinto básico', Paul Verhoeven vuelve con la adaptación de 'Oh…', novela de Philippe Djian, diez años después de su última obra. Y vuelve en plena forma representando a Franca en la carrera de los Oscar.


A Paul Verhoeven le gustan las historias estrambóticas, y eso es lo que nos trae en 'Elle', en la que nos contará cómo Michèle continúa con su vida tras haber sido violada en su propia casa. Michèle es la jefa de una empresa desarrolladora de videojuegos de cierto éxito y vive en un barrio residencial modélico, y además le gusta tener el control sobre todo lo que le rodea. La historia entrelaza de manera notable la comedia negra, los momentos de tensión y el drama, potenciando cada uno hasta casi el límite. La comedia es tan negra que nos sacará alguna carcajada que nos haga sentir culpables por reírnos de las desgracias de los protagonistas; en ciertos momentos gracias a un guión inteligente nos mantendremos pegados al asiento sin pestañear, con el corazón latiendo a mil por hora; las partes dramáticas son duras y ásperas, sin concesiones al espectador. Y lo mejor de todo es que estos tres elementos están en sus justas cantidades y en los momentos precisos, creando una historia retorcida, perturbadora, fascinante e inteligente, igual que su protagonista. Hasta el personaje más pequeño de la película está construido con mimo, haciendo empatizar al espectador con todos pese a que sus conductas no son, ni mucho menos, correctas. Las tramas y subtramas van creciendo y avanzando de maneras inesperadas algunas, de forma lógica otras, hacia el desenlace.
Paul Verhoeven se ha rodeado de unos actores de lujo. Isabelle Huppert hace de Michèle, la protagonista, un personaje comprensible a pesar de lo incomprensible de algunos de sus actos y le dota de una fuerza que llena la pantalla y –casi– eclipsa a los demás cada vez que comparte plano. Los secundarios están a su nivel, dando unas interpretaciones espectaculares: Laurent Lafitte como su vecino, Anne Consigny como su amiga o Virginie Effira como la novia de su hijo son los mejores ejemplos de un casting muy bien elegido. Y si la dirección de actores es una delicia, la realización no se queda atrás ni por un segundo. Mantiene un ritmo perfecto durante toda la película, y junto con la dirección de fotografía de Stéphane Fontain hacen de 'Elle' una película visualmente notable.



Todas estas virtudes le han valido un reconocimiento merecido a Paul Verhoeven tras su vuelta a la dirección, y además una más que posible nominación a los Oscar como Mejor película de habla no inglesa. Una película más que recomendable para ver este viernes.

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