Con esta ya vas tres entregas de la saga de Transformers dirigida por Michael Bay. Su mejor película hasta la fecha sigue siendo La isla, una fábula futurista en donde la gente rica y famosa mandaba crear répiclas de si mismo para utilizarlas como banco de órganos personal. Su especialidad es el cine de acción con mucha espectacularidad y muy exagerado en las formas y esta película no es una excepción. Nos volvemos a encontrar con la guerra entre los autobots y los decepticons teniendo como escenario de sus batallas la tierra. También mezcla la historia de los Transformers con datos reales de la carrera espacial de la nasa como la llegada del hombre a la luna con unas teorías de lo más delirante. A las películas de acción tampoco se le pide una historia demasiado densa, tan sólo que resulte algo interesante y un mínimo de coherencia y en este sentido cumple con los mínimos para ser una película cuyo argumento está basado en unos juguetes como son los transformers.
En cuanto a los actores repite como protagonista Shia LaBeouf como el humano con más presencia, aunque su objeto romántico deja de ser Megan Fox para pasar el testigo a la modelo de ropa interior Rosie Huntington-Whiteley. Por el camino nos encontramos con actores a los que estamos más acostumbrados a verlos en películas menos comerciales como son Frances McDormand, John Turturro, John Malkovich que aportan el toque exótico y le dan un punto de calidad. También rostros conocidos de la televisión como Patrick Dempsey, el famoso doctor macizo de Anatomía de Grey o Josh Duhamel, uno de los empleados del Montecito en la serie Las Vegas; seguramente en busca de más minutos de aparece en la gran pantalla aunque espero que sepan escoger mejor sus próximos proyectos no vaya a pasarle como muchos actores que se han quedado en el olvido en su paso de tv al cine como el protagonista de Doctor en Alaska.
El 3d de la película está hecho en colaboración con James Cameron, que se supone que es el mejor sistema que hay hasta ahora pero durante la mayoría de la película ese 3d apenas se nota y cuando uno sí es consciente de esa tridimensionalidad tampoco resulta demasiado impactante. No aporta demasiado, un elemento que podrían haberse ahorrado y haría que la entrada del cine fuera algo más barata.
La acción está bastante bien desarrollada y tiene escenas bastante impresionantes y en ahí en donde sí que se puede decir que el 3d se nota. La pena es que esas escenas están rodeadas de mucha historia innecesaria y mucho relleno y hace que pierdan intensidad y en algunos momentos resulte hasta aburrida. La película dura casi dos horas y media cuando lo ideal hubiera sido recortarla como mínimo media hora. Por otro lado muchas de estas escenas parecen sacadas de una partida de un videojuego y ahí por lo menos podemos participar en el desarrollo de la historia y no ser meros espectadores.
En resumen, una película que promete mucho pero que se queda en más bien poco, no cumple con las expectativas creadas y en algunos momentos resulta bastante aburrida. Sólo para muy fans de la saga.
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