jueves, 20 de octubre de 2011

Crítica: La cosa de Matthijs Van Heijningen



En 1982 John Carpenter dirigió una película que era un remake de una película de 1951 producida por Howard Hawks y que a su vez estaba basada en un relato corto. Lo que nos llega toma el argumento de la historia escrita por John W. Campell Jr y lo que nos cuenta es la historia previa a los que sucede en la película de 1982, lo que sucedió en el campamento noruego. Si ya hemos visto esta película podemos imaginar cómo acabará esta, de hecho la escena final de La cosa (2011) es la misma que con la que empieza La cosa (1982), por lo tanto no es un remake, es una historia nueva que nos explica entre otras cosas el origen de “la cosa” La acción no sitúa en una estación en la Antártica, allí vive un grupo de investigadores complemente aislados e incomunicados del mundo y se encuentran con un gran descubrimiento que puede cambiar la vida de todos, encerrado en un gran bloque de hielo hay lo que parece ser un ser que no procede del planeta tierra, pero que tiene la habilidad de hacer una réplica de las víctimas a las que ataca y alojarse en su interior esperando poder atacar de nuevo, así que no encontramos en un pequeño refugio con un pequeño grupo de personajes, en el que por cierto contamos con presencia femenina, algo que no pasaba en la película de Carpenter, encerrados, sin poder escapar y con un asesino que puede haber cogido la apariencia de cualquier de ellos, describir quien de ellos es y que los demás consigan salvarse parece casi el argumento de una novela de Agatha Christie, sólo que aquí hay los asesinatos son más sangrientos y quizás algo gore, pero tampoco es para tanto, en algunos programas de noticias se han visto imágenes igual o más violentas que las que hay en esta película.


Aunque no se haya visto la película mucha gente conocerá la historia aunque sea por referencia con lo que La cosa (2011) pierde cierto factor sorpresa pues en la de Carpenter todo resultaba nuevo. De todos modos esta película mantiene la tensión, y aporta sorpresas y sustos, mucho más de lo que me esperaba. En su poco más de hora y media (un tiempo más que adecuado para contar una historia sin superficialidades y sin excesos que tan sólo acaban haciendo que las historias sean aburridas) una historia de terror en donde la angustia y la desesperación por descubrir a la amenaza y acabar con ella se contagia al espectador. Es una gran película que está al mismo nivel que sus predecesoras sólo que ahora la tecnología permite mejores efectos especiales, mejores efectos de maquillaje y visuales, y eso que en la original tampoco se quedaban cortos y ofrecían imágenes espectaculares. Para los que conocimos la original es una buena película pues conoceremos el origen de la historia, y para los que no, será la forma de llegar a ella y que después sigan viendo la de 1982 y continuar con la trama.


Hoy jueves se harán en algunos cines un pase de preestreno en el que por el precio de una entrada se podrán ver las dos películas. Una idea muy buena y muy apetecible. Sin duda La cosa es las mejores opciones para este fin de semana.

La cosa se estrena el 21 de octubre 

No hay comentarios:

Publicar un comentario