viernes, 4 de octubre de 2013

Crítica: Zipi y Zape, el club de la canica de Óskar Santos

 


Título Original: Zipi y Zape y el club de la canica Director: Oskar Santos Guión: Jorge Lara, Francisco Roncal Música: Fernando Velázquez Fotografía: Josu InchausteguiIntérpretes: Daniel Cerezo, Raúl Rivas, Javier Gutiérrez, Álex Angulo, Javier Cifrián, Claudia Vega, Marcos Ruiz, Christian Mulas Distribuidora: Disney Fecha de Estreno:04/10/2013

Óskar Santos dirige esta adaptación -libre, muy libre- sobre los gemelos más famosos de España: Zipi y Zape, el club de la canica. Lo malo de esta película es su extremada sencillez y previsibilidad, lastrando el resultado ya que desde antes de la mitad de la película ya sabes cómo va a acabar. Los diálogos también son simples, incluso absurdos en algunos momentos al intentar meter chistes malos con calzador. Aunque puede que los chistes no sean tan malos y nos lo parezcan por culpa de los actores, aunque eso es otro cantar. Los personajes son tan planos como sus diálogos, no teniendo ni la mitad de carisma que los personajes en los que se basan. Otra cosa que lastra el guión es el intento de gooniezarlo, consiguiendo lo opuesto: el personaje gordito sólo consigue que queramos que desaparezca de la película, no como "Gordi". Además, ¿para qué quieren diamantes unos niños en un internado? En Los Goonies por lo menos tenían un motivo coherente para querer conseguir el tesoro, pero en esta película sólo pueden tener la motivación de matar el aburrimiento en un internado de élite.



El director, sin embargo, dirige de manera solvente esta producción: movimientos de cámara muy bien medidos, planos compuestos con gracia. Maneja los tiempos muy bien, metiendo lo que podríamos llamar tensión mediante la dirección cuando tiene que hacerlo y no usando la cámara en mano a lo loco, por ejemplo. Un pero es los efectos especiales: muy buenos a ratos, y muy poco trabajados a veces. Una pena que en algunos momentos los efectos parezcan de hace diez años. Ah, por favor: esa manía de poner esa música en los créditos finales fuera, no pegan con una película infantil.


Y de los actores no tengo mucho que decir: si los adultos están sobreactuados, los niños lo están el doble. Con sus actuaciones consiguen caernos mal. A mitad de la película estás deseando que acabe para no tener que aguantarles más. Pero no todo es malo: Claudia Vega, pese a su corta edad, es lo mejor de toda la película, aportando esa chispa que deberían haber tenido todos los personajes.


Si de pequeño leíste los cómics o tienes hijos muy pequeños, ésta es tu película.


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