viernes, 9 de octubre de 2015

Crítica: La playa de los ahogados de Gerardo Herrero




La playa de los ahogados o A praia dos afogados en gallego es la adaptación de la novela del vigués Domingo Villar, la historia de Leo Caldas en la investigación de un presunto homicidio. Es la  segunda historia de este policía después de Ollos de auga. La tercera historia llegará pronto con el título de Cruces de pedra. Aquí nos cuenta como un marinero, Justo Castelo, ha aparecido muerto en una playa y muchos opinan que han sido un suicidio pero Caldas no lo tiene tan claro y busca descubrir al culpable. Con la ayuda de su compañero aragonés intenta que la verdad salga a la superficie. Más allá del relato policial se trata de un retrato de la Galicia marinera, de sus gentes, de la dureza de unos inviernos frente a unos veranos llenos de vida. Los secretos, las supersticiones y el carácter reservado sirven de buen acompañamiento a esa muerte que se quiere aclarar. Hay un personaje protagonista que es Leo Caldas y alrededor suyo se van moviendo el  resto de personajes, cuanto más cerca estén de él tienen mayor peso en la historia. Carmelo Gómez da vida al protagonista y su ayudante es interpretado por Antonio Garrido. Pero son los actores gallegos los que cogen realmente el protagonismo en las escenas en las que aparecen. Luis Zahera como uno de los antiguos compañeros del fallecido, Pedro Alonso como otro antiguo marinero que ha rehecho su vida y que tiene a Celia Freijeiro o Marta Larralde como la hermana del fallecido. Estos tres últimos se podría decir que juegan en casa ya que son los tres de Vigo. Otros como Pepo Suevos, Luis Iglesia, Fran Peleteiro, Vicente Montoto, María Vázquez o Ernesto Chao aparecen en pequeños papeles pero que son los que van aportando pistas para resolver el rompecabezas.



La trama policiaca está muy bien tratada. Normalmente en muchas películas o series es fácil adivinar desde el primer momento la solución del enigma, pero aquí han sabido dosificar la historia, y sin grandes engaños ni trampas conseguir que hasta el último momento no sepamos cómo va a acabar la historia. En este tipo de películas es lógico hacerse suposiciones e imaginarse qué va a pasar y debo de decir que salvo una a medias no acerté nada de lo que al final sucede. Realmente consiguieron engañarme y sorprenderme con el final. Supongo que el que haya leído la novela sabrá cómo termina, pero de todos modos el viaje que nos propone el director es lo más importante más allá de llegar a un destino conocido. El retrato de Galicia también es interesante. Nos lleva a una Galicia que se aleja a la de fiesta y más a la vida más mundana. Las supersticiones que están muy presentes, el duro trabajo del marinero y unos paisajes que emocionan al verlos. El director Gerardo Herrero ha hecho una buena adaptación de la historia, ha sabido captar lo principal de la historia aunque lo tenía fácil. La novela es una historia entretenida y de fácil lectura. Es muy visual y es fácil verla en imágenes. Es posible que después de esta historia se lleven al cine las otras dos novelas, con suerte veremos más veces a Leo Caldas en pantalla grande aunque lo más seguro es que no sea con la cara de Carmelo Gómez que dice que este es su última película. 

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