viernes, 30 de septiembre de 2016

Crítica: El tiempo de los monstruos de Félix Sabroso


Siempre hay, en cartelera, propuestas más seguras ­–dramas de época, biopics o comedias taquilleras–. De vez en cuando llega a las salas una película arriesgada y marciana, y esta semana es una de esas veces con 'El tiempo de los monstruos' de Félix Sabroso como abanderada de lo distinto, de la originalidad.
¿De qué habla 'El tiempo de los monstruos'? Depende de quien la vea. Para unos hablará del acto de crear, de cómo los que nos dedicamos a esto damos miles de vueltas a nuestras ideas y guiones, y cómo los personajes dentro de esas historias parecen echarnos pulsos al cobrar vida propia. Para otros hablará del ego, así en general. Puede que algunos se vean perdidos y les cueste aclararse al salir de la sala, eso es lo que me pasó a mí. Es curioso cómo los personajes de esta película hablan usando el subtexto en vez de diálogos normales, y es una apuesta tan arriesgada como acertada y, en ocasiones, agotadora. Sin embargo, en ningún momento pude quitarme la sensación de que el texto es mucho, muchísimo más adecuado para una obra de teatro que para una película. Tanto por la propuesta como por la puesta en escena, podría convertirse en una de las grandes obras de teatro españolas. Pese a esto, no deja de ser una buena película que no dejará indiferente.


Félix Sabroso dirige de manera notable una película complicada: era difícil que los actores, debido a la naturaleza de sus personajes, resultasen creíbles y aun así lo consigue gracias a su habilidad y a un reparto más que competente. A Javier Cámara se están una hilarante Candela Peña, una divertida Carmen Machi junto a Secun de la Rosa, y Pilar Castro con su inmenso talento. Mención especial para Jorge Monje, que interpreta al personaje más complicado de la película y sale victorioso.

'El tiempo de los monstruos' es altamente recomendable, aunque no está hecha para todos los públicos debido a su arriesgada apuesta.

Crítica: El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares de Tim Burton


Con cada nueva película, levanta expectación por saber si el excéntrico director vuelve a sus orígenes o sigue su "nuevo camino". Estoy hablando, por supuesto, de Tim Burton, que regresa a los cines con su adaptación de 'El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares', una película de aventuras y habilidades peculiares.


Jane Goldman se encarga de adaptar la novela superventas de Ransom Riggs en la que un chico completamente normal se ve envuelto en una aventura de lo más peculiar al morir su abuelo en extrañísimas circunstancias. Tras este suceso Jacob, el protagonista, irá a visitar el orfanato donde se crió su abuelo. A partir de ese momento comenzarán a pasarle cosas que dejarían boquiabierto a cualquier humano. El guión, ya que no me he leído la novela y no puedo opinar, tiene un arranque de lo más lento. De todas maneras esto es comprensible ya que tienen que dar muchísima información al espectador para que no se pierda entre tanto niño peculiar. Es una pena que ni siquiera ver niños con poderes de lo más variopinto levante del todo este primer acto, porque lo que debería producir fascinación termina por hacerse tedioso. Una vez presentadas y asimiladas las reglas, 'El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares' coge ritmo y deja atrás ese sopor inicial que, por poco, no lastra toda la película. Durante la película hay varios momentos de humor, pero a pesar de funcionar no lo hacen tan bien como deberían y sólo conseguirán sacarnos una sonrisilla. Si algo bueno tiene el guión es que los personajes están bien construidos y funcionan perfectamente. Cada uno se ciñe por una personalidad bien marcada y aunque no evolucionen demasiado durante la película, se agradece que cada uno esté bien diferenciado del resto. La trama es entretenida, pero hay un problema y es que la mecánica de algunos elementos resulta algo confusa. Pese a esto, la película es muy entretenida en cuanto arranca, y desde el momento en que comienza la aventura el nivel no decae.
Una de las cosas que más desea la gente es al Tim Burton de antes. Esto es algo que entiendo, pero no comparto. La gente madura, y en vez de salir los fines de semana a emborracharse prefiere una cena con sus amigos o una tarde de mantita y película. Entonces, ¿por qué se le exige una y otra y otra y otra vez al director que vuelva atrás? Tim Burton ha madurado como cineasta, y es cierto que sus películas más recientes no tienen la calidad que tenían antes, pero si intentase hacer algo como 'Eduardo Manostijeras' seguramente sería una copia descafeinada de sí mismo y la gente le criticaría por plagiarse a sí mismo, así que… que Tim Burton haga lo que quiera. En 'El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares' el director recupera un poco el encanto de sus primeras producciones y lo mezcla son su forma actual de hacer cine, lo que hace de ésta una película mitad Tim Burton antiguo y mitad nuevo. Esto es una ventaja porque tiene magia, pero también un inconveniente porque no termina de verse cómodo, y se nota. Aun así, 'El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares' tiene más personalidad que muchas de las superproducciones actuales. Assa Butterfield está correcto en el papel de Jacob, aunque poco más. Por suerte, ya sea por su personaje o por su experiencia, Eva Green como Miss Peregrine es lo mejor de la película. El resto de actores, ya sean Chris O'Dowd como padre de Jacob o cualquiera de los niños peculiares, interpretan sus papeles de forma solvente, en especial alguno de los niños y el padre. Y el papel del villano, interpretado por Samuel L. Jackson, es casi tan fascinante como el de Eva Green. Creo que el actor debería dedicarse a hacer villanos, porque son sus papeles más divertidos. A pesar de contar con una ingente cantidad de efectos especiales, estos están justificados y son espectaculares cuando se requiere espectacularidad, y discretos cuando se necesita discreción.



'El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares' es casi perfecta tanto para fans de Tim Burton como para gente a la que le guste el cine en general.

Crítica: Elle de Paul Verhoeven


Director de películas tan míticas como 'Desafío total', 'Showgirls', 'Robocop' o 'Instinto básico', Paul Verhoeven vuelve con la adaptación de 'Oh…', novela de Philippe Djian, diez años después de su última obra. Y vuelve en plena forma representando a Franca en la carrera de los Oscar.


A Paul Verhoeven le gustan las historias estrambóticas, y eso es lo que nos trae en 'Elle', en la que nos contará cómo Michèle continúa con su vida tras haber sido violada en su propia casa. Michèle es la jefa de una empresa desarrolladora de videojuegos de cierto éxito y vive en un barrio residencial modélico, y además le gusta tener el control sobre todo lo que le rodea. La historia entrelaza de manera notable la comedia negra, los momentos de tensión y el drama, potenciando cada uno hasta casi el límite. La comedia es tan negra que nos sacará alguna carcajada que nos haga sentir culpables por reírnos de las desgracias de los protagonistas; en ciertos momentos gracias a un guión inteligente nos mantendremos pegados al asiento sin pestañear, con el corazón latiendo a mil por hora; las partes dramáticas son duras y ásperas, sin concesiones al espectador. Y lo mejor de todo es que estos tres elementos están en sus justas cantidades y en los momentos precisos, creando una historia retorcida, perturbadora, fascinante e inteligente, igual que su protagonista. Hasta el personaje más pequeño de la película está construido con mimo, haciendo empatizar al espectador con todos pese a que sus conductas no son, ni mucho menos, correctas. Las tramas y subtramas van creciendo y avanzando de maneras inesperadas algunas, de forma lógica otras, hacia el desenlace.
Paul Verhoeven se ha rodeado de unos actores de lujo. Isabelle Huppert hace de Michèle, la protagonista, un personaje comprensible a pesar de lo incomprensible de algunos de sus actos y le dota de una fuerza que llena la pantalla y –casi– eclipsa a los demás cada vez que comparte plano. Los secundarios están a su nivel, dando unas interpretaciones espectaculares: Laurent Lafitte como su vecino, Anne Consigny como su amiga o Virginie Effira como la novia de su hijo son los mejores ejemplos de un casting muy bien elegido. Y si la dirección de actores es una delicia, la realización no se queda atrás ni por un segundo. Mantiene un ritmo perfecto durante toda la película, y junto con la dirección de fotografía de Stéphane Fontain hacen de 'Elle' una película visualmente notable.



Todas estas virtudes le han valido un reconocimiento merecido a Paul Verhoeven tras su vuelta a la dirección, y además una más que posible nominación a los Oscar como Mejor película de habla no inglesa. Una película más que recomendable para ver este viernes.

viernes, 23 de septiembre de 2016

Crítica: Los siete magníficos de Antoine Fuqua


El western es el gran género de cine americano, al fin y al cabo es la historia de cómo se ha forjado la gran nación que son en la actualidad. La historia la cuentan los vencedores y detrás de los colonos que vienen del viejo mundo y que empiezan una nueva vida en el nuevo continente está la gran masacre de los nativos y el robo de sus tierras. Los americanos han logrado hacernos creer que ellos eran los buenos en las historias y que los indios eran unos salvajes que aparecían por ahí y que se dedicaban a matar y a quitarles la cabellera. Por cierto, la costumbre de arrancarles el pelo a sus víctimas no era una costumbre que empezaran ellos sino que fue algo que les enseñaron los franceses. Esta es una visión que aparece en la mayoría de estas películas. No suelo rechazar un tipo de películas pero siempre he tenido reparos con el cine de western porque me han parecido películas aburridas y que no aportaban nada. Hay excepciones como el remake de Valor de ley que hicieron los hermanos Cohen en el 2010. Los siete magníficos de la que hoy hablamos también es una de esas excepciones. Remake del clásico de 1960 que a su vez era una versión libre de la película japonesa Los siete samurais de  Akira Kurosawa. Frente a los westerns tradicionales aquí los indios apenas tienen un papel importante y son acompañantes de los malos que buscan acabar con la tranquilidad de un pequeño asentamiento que busca consolidarse y formar una ciudad. Los malos ven ahí una oportunidad para conseguir tierras sin apenas costo y se las quieren arrebatar a aquellos que las robaron primero. Frente a la cobardía y el miedo de los hombres tan sólo una mujer tiene el coraje y el valor de buscar una solución. Para enfrentarse a una banda de malechores busca algo parecido a un grupo de hombres para salvar a su emergente ciudad. Son siete hombres que en un principio tienen poco de valerosos y que no son los más indicados para repartir justicia, no son precisamente un modelo de conducta pero tienen fuerza y valor y eso es lo más importante. 


La historia es épica y tiene fuerza pero sobre todo lo más importante son los personajes y por supuesto los actores que los dan vida. Son un gran grupo de actores que saben sacar todo su potencial. El grupo que dirige Denzel Washington tiene entre sus filas también a Chris Pratt aportando su toque cómico caaracterístico y un Ethan Hawke con un personaje que parece acabado pero que aún tiene mucho que aportar. La historia tiene pocos personajes femeninos, el único a destacar es el de Emma Cullen que interpreta Harley Bennett. Una de las grandes revelaciones en sin duda en el lado de los malos. Peter Sargaard encarna al malvado Bartholomew Bogue.  Es un papel pequeño pero que realmente destaca en las escenas en las que aparece. El director Antoine Fuqua es un director que tiene una filmografía bastante variada pero siempre tirando al género de trhiller y policiaca. Atreverse con un remake de un clásico tiene su mérito porque ¿cómo consigues aportar algo nuevo a lo que otros ya han contado? El mayor sentido de hacer una nueva adaptación es acercar el género con el estilo visual y la narrativa actual, acercar el western al nuevo público que no lo tiene tan presente. Películas como Los odiosos 8 de Tarantino hacen que no se pueda dar por muerto el western aunque es cierto que tiene que adaptarse a los nuevos tiempos para sobrevivir. Buena película en definitiva.


viernes, 2 de septiembre de 2016

Crítica: No respires de Fede Álvarez


Mucho se criticó la elección de un desconocido Fede Álvarez para asumir la dirección del remake 'Posesión Infernal', pero una vez la película llegó a las salas, y viendo el espectacular resultado, no es de extrañar que el siguiente proyecto del director Uruguayo fuera uno de los más esperados para los amantes del terror.  'No respires' es la nueva película de este prometedor director.


Con 'No respires', se adentra en el subgénero –bastante trillado, por cierto– de invasiones domésticas, del que ya existen excelente precedentes, tales como 'A'l Interieur' –con remake a la vista dirigido por el español Miguel Álngel Vivas, artífice de la magnífica 'Secuestrados'–, o 'Tú eres el siguiente'. La novedad reside en este caso en que cambian las tornas, y los invasores se convierten en las víctimas de un veterano de guerra ciego que no dudará en usar su hogar como coto de caza para los desprevenidos ladronzuelos. 
Es el propio Fede Álvarez el guionista, junto con Rodo Sayagues, quienes también firmaron el guión del remake de 'Posesión infernal', y al igual que pasó con el remake de la cinta de Raimi, el eje de la película se centra en una vieja casa de madera, personaje más de una trama plagada de tensión, sustos y pequeñas dosis de ultra violencia tradicionales en el género. Pero para personajes, sus protagonistas: repite con el director Jane Levi como heroína, y al igual que Mia de 'Posesión Infernal', se trata de un personaje atormentado por su pasado. Le acompaña un eficaz Dylan Minnette, visto hace poco en 'Pesadillas', y Daniel Zobatto, uno de los actores de 'Fear the Walking Dead', cerrando el grupo de delincuentes. La palma se la lleva Stephen Lang. Su papel como villano de la función es espectacular, moldeando uno de los mejores personajes del cine de terror de los últimos tiempos, que además, como ya es norma, esconde un oscuro secreto.



En definitiva, 'No Respires' es un thriller de terror de una premisa tan sencilla como intensa que te dejará sin poder moverte de la butaca durante los casi noventa minutos que dura, y consagra a Fede Álvarez como uno de los directores de cine más eficaces que pueden encontrarse en la actualidad.

Crítica: Ben Hur de Timur Bekmambetov


¿Qué tienen en común los años 1907, 1925, 1959, 2003, 2010 y 2016? Que se estrenaron adaptaciones de una de las novelas más conocidas de Lewis Wallace: 'Ben Hur'. Ya sea en formato cortometraje, miniserie, serie animada o largometraje, cada adaptación despierta la curiosidad de los espectadores por ver de qué manera se ha reinventado una de las grandes novelas clásicas. Timur Bekmambetov dirige esta nueva versión protagonizada por Jack Huston y Toby Kebbell y que pretende reventar la taquilla.


La historia es de sobra conocida por todos: un hombre traiciona a su amigo, que pasa las más grandes penurias hasta conseguir vengarse en una carrera de cuádrigas. Keith R. Clarke y John Ridley, los guionistas de esta versión respetan a grandes rasgos la historia original, pero sus diálogos son tan vacíos y absurdos que en ocasiones nos entra la duda de si se han leído la obra original o, simplemente, han hecho lo que han querido. El intento de darle un aire épico no les ha salido nada bien, ya que tanto algunas situaciones como los diálogos pretendidamente gloriosos quedan ridículos y forzados. La construcción de personajes, a pesar de tener una base tan sólida, es simple y obvia. Por suerte la historia original está tan bien planteada que ni siquiera los diálogos simples y los personajes aún más simples pueden empañarla del todo.
Del director de 'Abraham Lincoln: cazador de vampiros' o 'Guardianes de la noche' no podíamos esperar más que ruido y horteradas, y eso es exactamente lo que da. La realización es irregular y algunas elecciones están tan fuera de lugar que hace pensar al espectador que está viendo una película de un género completamente distinto. Hay momentos realmente bochornosos en los que los planos más recargados se mezclan con una ingente cantidad de CGI dando como resultado algo parecido a lo que haría Michael Bay. El abuso de la Go-Pro, colocada en los lugares más efectistas, acaba cansando rápidamente ya que es un recurso tan facilón como llamativo. La dirección de actores no es, desde luego, algo que mejore el conjunto. El actor protagonista, Jack Huston, hace todo lo que puede por levantar una película demasiado pesada. El resto del reparto está como de paso, echándole pocas ganas. Mención especial a Morgan Freeman reconvertido en Whoopi Goldberg, que lo hace con tal desgana que parece que le hayan pagado con bocadillos. Tampoco es que su personaje dé para mucho más, pero un poco de pasión no habría ido mal. La narración también es irregular con elipsis un tanto confusas, escenas que van demasiado rápido y otras demasiado lentas. Es curioso cómo esta versión, durando ciento veinticuatro minutos, se haga más larga que la protagonizada por Charlton Heston, que duraba doscientos once minutazos. Marco Beltrami, el compositor de la banda sonora, ha intentado hacer un buen trabajo, pero unas composiciones en ocasiones obvias, en ocasiones fuera de lugar, empañan el resultado.



Que esta nueva adaptación de 'Ben Hur' iba a ser un circo romano quedaba claro desde su primer trailer. Ni siquiera Jack Huston consigue salvar una película hecha con tan poco mimo.