jueves, 26 de marzo de 2020

Crítica: Matthias & Maxime de Xavier Dolan


La nueva película de Xavier Dolan llega este viernes de una forma innovadora debido a las circunstancias que nos está tocando vivir. Con todas las salas de cine cerradas por la cuarentena sólo quedan las pantallas de los ordenadores y otro tipo aparatos conectados a Internet. Avalon y Filmin nos traen una historia que a partir de las vivencias de unos personajes también sirve como un retrato generacional. Un grupo de personajes que ya está dejando la juventud y está pasando a la madurez, enfrentarse a nuevos retos laborales y personales. Los que cumplen los 30 no lo viven de la misma forma que las generaciones de nuestros padres y mucho menos nuestros abuelos. Ellos han tenido que madurar y enfrentarse a los problemas mucho antes que nosotros. Los que ahora cumplen 30 también acabarán enfrentándose a los mismos problemas pero más tarde y sin las mismas herramientas, sin ningún tipo de ayuda a la que agarrarse. Es un viaje sin mapa ni guía.


Matthias que parecía que tenía ya todo bien encauzado ve como las cosas que tenía tan claro ya no son tan seguras. Hay algo que provoca que le hace plantearse su propia identidad y su relación con su amigo Max. Este está más preocupado por un cambio radical de vida al marcharse unos años a vivir a Australia, un lugar con un idioma que no controla y con un futuro laboral incierto. También hay que tener en cuenta el problema con una madre enferma y su relación conflictiva. Aunque parece que lo controle todo, da la sensación de que en cualquier momento todo puede venirse abajo.


Es una película intensa y muy emocional. Quizás peque de excesiva en algunos momentos y algo repetitiva. El conflicto interno que vive el personaje de Matt explota al final de la historia pero este se presenta prácticamente desde el principio y aunque no podamos saber con certeza de qué se trata el director da demasiadas pistas sobre qué es lo que le preocupa al personaje. El personaje de Max que interpreta el propio director es más expresivo y sus problemas son más evidentes desde el principio de la historia. Además que recurre a una temática recurrente en su obra al mostrarnos una relación compleja del protagonista con su madre.

Sin ser un gran seguidor del cine de Dolan, tan sólo he visto esta película y Sólo es el fin del mundo reconozco el valor de sus películas. Es un director valiente que aporta una visión personal y original del mundo y de la vida. Podemos sentirnos identificados aunque nuestras experiencias sean completamente distintas.

La película estará disponible en la plataforma Filmin a partir de mañana a las 20:03 hasta el domingo a las 00:00 h.

martes, 10 de marzo de 2020

Muestra SyFy 2020: Día 2


La muestra se abrió el sábado con The cleasing hour. La película americana nos introduce en el mundo de los programas sensacionalistas que se emiten por la red. Un sacerdote que va en contra de los convencionalismos de la iglesia se dedica a transmitir exorcismos on line ante un público muy entregado. La fama le ha llevado a montarse un pequeño negocio entre sus seguidores sin que estos sepan que realmente lo que ven es un montaje. Ninguna de los exorcismos que se han visto son reales hasta que un día realmente un demonio aparece en escena y la lía pardísima. Todos los secretos que quieren ocultar van saliendo a relucir para gusto de ese demonio que disfruta torturando.


Es una película entretenida que aunque no aporta demasiado al mundo de las películas de exorcismos resulta curiosa. Tiene su toque de humor y su toque de terror con gotas de gore, pero para todos los públicos. También funciona como crítica a cierta des humanización que se da en las redes sociales. Para empezar la jornada está bastante bien.

sábado, 7 de marzo de 2020

Crítica: Skin de Guy Nattiv



Skin parte de una historia real de un joven que ha crecido en un ambiente racista y de odio. Cuando le vemos lo más llamativo son sus tatuajes, un rostro lleno de una historia escrita por símbolos de rechazo a lo que no comprenden, a lo diferente. Cuando el protagonista conoce el amor busca salir de todo eso y es básicamente lo que nos cuentan, el camino de redención. Esa huida de su pasado no es algo que le resulte sencillo, la oposición de esa familia postiza que busca retenerlo de cualquier modo hasta las evidentes marcas que lleva en su piel que le impiden empezar de cero. Hay una violencia muy intrincada de la que es difícil escapar. Bryon Widner fue en su momento un joven problemático que no tenía familia y encontró en Shareen y Fred una familia y un amor que no conocía, una protección que acabaría pagando demasiado caro.


La película tiene una historia muy potente y unos actores que hacen una gran inmersión con los personajes. Cuesta ver en el protagonista al niño que en su momento fue Billy Elliot. Jamie Bell hace una gran interpretación, una de las mejores de su filmografía. Vera Farmiga le da la réplica de una forma magistral como esa madre adoptiva que parece que busca lo mejor para ellos, pero que tan sólo busca perpetuar sus prejuicios y sus odios. La realización es más convencional. Tiene un tono que busca reflejar lo que sucede sin tomar partido. Nos muestra lo que ha sucedido de la forma más objetiva posible y tenemos que sacar nuestras propias conclusiones.


En general me ha parecido una película correcta y de alguna forma necesaria. En momentos de crisis en lo que no hay apenas certezas, es fácil caer en el fanatismo y en el rechazo a lo que no comprendemos. Encontrar el amor y superar el miedo y el odio es lo que busca el personaje.

viernes, 6 de marzo de 2020

Crítica: Cartas a Roxane de Alexis Michalik



Cuando vemos una película o vamos al teatro ya vemos un trabajo terminado, pero detrás hay un proceso de creación que desconocemos. Los autores hacen que parezca fácil lo que realmente es complicado. A partir de una pequeña idea se van desarrollando unos personajes, una trama y todo un universo nuevo en el que todas las piezas encajan. Cartas a Roxane nos cuenta cómo se forjó la obra de Cyrano de Bergerac, una de las obras más importantes de la escena francesa. Un autor que no está teniendo demasiado suerte con las obras que estrena necesita de algo que le haga creer que puede ser el gran dramaturgo que debería ser. Cuenta con uno de los mejores actores como inspiración pero también la necesidad de dar un futuro a su familia.


El pobre Edmond Rostand va vagando en busca de una musa que le ayude, algo desde lo que empezar a escribir su obra maestra. A partir de un personaje histórico va imaginándose una historia que pueda convertir en un gran éxito. A partir de esta pequeña semilla la historia va floreciendo a partir de la gente que le rodea, sus amigos y sus experiencias van nutriendo para que vaya creciendo. Como muchas de las grandezas de una obra son cosas que van surgiendo de pequeñas casualidades, que la inspiración puede llegar donde menos se espera. Esta es una historia es complementaria a Cyrano, se disfruta más y se llega a comprender mejor las escenas si se conoce la obra original pero no es necesario porque se nos va contando la historia a la vez que el autor la va descubriendo. Es emocionante recorrer ese camino porque nos hace partícipes de la creación.


Aunque no lo cuente la historia en la película, para Edmond Rostand esta fue su primer éxito que no logró superar. Sabía que había hecho una gran obra pero el éxito que tuvo fue tal que no llegó a sobreponerse y a escribir otro texto que estuviera a la altura.

Muestra SyFy 2020: Inaguración



Como todos los años llega a primeros de marzo una de las citas más interesantes del cine en Madrid. La muestra SyFy de cine fantástico cumple su 17 edición con la película Regreso al futuro como emblema pues este año se celebra su 35 aniversario. Regreso al futuro es una de esas películas que ha marcado a toda una generación. Una historia que empezó con una pregunta de su guionista ¿qué pasaría si hubiera coincidido con mi padre en la época en la que estaba en el instituto? La película contó con dos secuelas que la han convertido en una de las referencias del cine fantástico. El coche que conocemos era en una primera versión del guion una nevera. La historia hubiera sido muy distinta. La película la podremos ver el domingo en una matinal.


Por primera vez en la historia de la muestra es que se inaugura con una película de animación. La última de Disney-Pixar, Onward. La película se sitúa en un mundo de fantasía en la que habitan seres míticos y en el que en algún momento existía la magia. Pero la magia no es fácil de dominar, necesita práctica así que poco a poco se fue sustituyendo por lo fácil. En el momento en el que se sitúa la historia la magia es tan sólo un recuerdo, algo que no están seguros de que haya sucedido. Dos hermanos Ian y Barley harán un viaje en busca de esa magia perdida. La película rezuma humor pero también tiene ese punto de emotividad con la historia familiar de los elfos. Sin ser lo mejor que hayamos visto de Pixar mantiene un cierto nivel.


A partir de ahí la muestra está llena de terror, de fantástico y de mucho humor. Películas llegadas de todo el mundo llenarán el centro de Madrid de fantasía, de miedo y de otros mundos posibles. Lo mejor de la muestra SyFy no son las películas sino el poder compartirlas con un público completamente entregado. La fantasía nos invita a pensar que existen más cosas que las que vivimos y el terror nos fascina porque desde la protección de la sala de cine nos lleva por lugares oscuros pero emocionantes. Es la magia del cine y en la muestra SyFy se vive con más intensidad que en otros lugares.

lunes, 2 de marzo de 2020

Crítica: El ritmo de la venganza


Una venganza es un buen inicio para una historia. Tenemos un conflicto previo no resuelto, un personaje que busca superarlo de una forma poco convencional y otros que se lo ponen complicado. Esta película nos plantea más cuestiones que respuestas y hay algunas lagunas en el argumento que tenemos que imaginarnos. La protagonista pierde a su familia en lo que cree que es un accidente de avión. Esto le destroza la vida y pasa de ser una joven normal a tener que prostituirse para pagar sus adicciones. Un periodista le revela que su familia fue víctima colateral de un atentado terrorista que el gobierno intentó ocultar. Hay que decir que algunas partes de la historia no tienen mucha coherencia y hasta resultan bastante poco creíbles, pero si no nos fijamos en los detalles son cosas que podemos pasar por alto. Al fin y al cabo esta es sobre todo una película de acción. 


La protagonista se dedica a seguir la investigación a partir de lo que le ha dejado el periodista y descubrir qué es lo que realmente sucedió en esa avión y hacérselo pagar a los culpables. En su viaje recorrerá gran parte del mundo y una de las paradas las hace en Madrid. Tiene escenas muy potentes de luchas y de persecuciones, como película de acción está bastante bien desarrollada. La directora es Reed Morano y esta es su segunda película pero dentro de su filmografía encontramos varias de las series más interesantes que podemos ver actualmente como El cuento de la criada. Ambas historias tienen algunos aspectos en común como la familia y que están protagonizadas por mujeres fuertes con un plan muy claro. Aquí no es Elisabeth Moss la que pone la cara sino una sorprendente Blake Lively. Muy alejada de otros personajes aquí hace de una heroína, una luchadora que hará todo lo posible por conseguir justicia para su familia. La réplica se la da otro gran actor como es Jude Law con un personaje que también tiene muchos matices. 


La película es en general entretenida, un subidón de adrenalina para desconectar un par de horas. Lo mejor es la fuerza de las escenas y la acción que consigue atraparnos, lo peor que hay muchas lagunas en la historia y algunas bastante poco creíbles. ¿Cómo es posible que una joven bien acabe en una situación tan precaria y teniendo que prostituirse sólo porque ha perdido a su familia? El cambio que da de prostituta a la versión femenina de James Bond en tan poco tiempo no se había visto en el cine desde que Julia Roberts había dejado las calles y se había convertido en una mujer elegante y sofisticada en Pretty Woman. Aunque los detalles chirríen la magia del cine hacen su trabajo. También hay que valorar positivamente la banda sonora de la película. La selección de temas es todo un acierto, al fin y al cabo por algo se llama la película El ritmo de la venganza.